El 15 de noviembre de 2017, uno de los submarinos nucleares más antiguos de la Marina Argentina, el ARA San Juan, se perdió en el océano Atlántico. Luego de varias semanas de búsqueda, los restos del submarino y sus 44 tripulantes fueron encontrados a una profundidad de 900 metros.
El submarino había partido desde la Base Naval de Ushuaia hacia la Base Naval de Mar del Plata con una tripulación de 44 miembros. El 15 de noviembre de 2017, reportaron a la base naval que habían tenido un principio de incendio en las baterías y que lo habían controlado. Posteriormente, la nave perdió contacto y nunca más se supo de su paradero.
Los organismos de búsqueda y rescate se pusieron en marcha para tratar de encontrar el submarino lo más pronto posible. Sin embargo, no fue posible localizarlo hasta el 17 de noviembre, cuando se detectó una explosión en el área donde se suponía que se encontraba la nave.
A partir de la desaparición del ARA San Juan, comenzaron una serie de investigaciones para determinar las causas del incidente y establecer responsabilidades. Una de las primeras hipótesis que se manejaron fue que la explosión podría haber sido provocada por una implosión de la nave, lo que podría haber sido causado por una falla en el casco o debido a una sobrepresión en el interior del submarino.
Otras teorías indicaron que la causa podría haber sido debido a la falta de mantenimiento del submarino o una falla en la batería. Además, algunos medios de comunicación sugirieron que la nave podría haber sido atacada por un submarino de otro país, aunque esto nunca fue confirmado por las autoridades.
En enero de 2020, la Justicia argentina emitió la primera acusación formal en contra de ocho altos mandos de la Armada, incluyendo al almirante que estaba a cargo de la fuerza submarina, por su presunta responsabilidad en el hundimiento del San Juan.
La desaparición y posterior hallazgo del submarino argentino tuvo graves consecuencias tanto para los familiares de los tripulantes como para la Armada Argentina. Los familiares de los 44 tripulantes, que habían seguido todas las noticias a la espera de un posible rescate, recibieron la noticia más trágica que se podía esperar.
Por su parte, la Armada Argentina debió hacer frente a una serie de críticas y cuestionamientos a sus procedimientos y políticas de seguridad.
El caso de la desaparición del submarino argentino ARA San Juan continúa siendo un misterio. A pesar de las diversas investigaciones llevadas a cabo, todavía no se han establecido con certeza las causas que originaron el trágico incidente. Lo que sí está claro es que se trata de un hecho que ha dejado una gran huella en la historia argentina, y que ha generado un profundo dolor y un sinfín de incógnitas para las familias de las víctimas.